El analista observa que el tiempo ha dejado clara la conspiración de Rafael Ramírez contra desarrollos energéticos claves del Gobierno
Sabe que suena duro decirlo y por eso lo susurra a todo riesgo. “Soy un periodista frustrado”. Pero la afirmación de Alejandro Terán Martínez no es porque le falte un título de comunicador social. No. De hecho, lo recibió por secretaría de la Universidad Central de Venezuela el año 1992, siendo rector de esa casa de estudios Simón Muñoz Armas. Y ese mismo año también le fue otorgado el título de abogado en la Santa María.
Y antes de titularse como periodista, ya el nombre de Terán Martínez aparecía firmando artículos en las páginas de opinión de Últimas Noticias, cuando Cristina González era coordinadora de esa sección por allá en los años 1985 y 1986. En radio Dinámica 95.5 FM, Ciudad Guayana (Bolívar), dirigió un programa de opinión donde entrevistó al entonces presidente colombiano Álvaro Uribe, entre otros. Y allí mismo en Bolívar presidió la Corporación de Aluminios de Venezuela y formó parte del directorio de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) en los años 90.
Actualmente, Terán Martínez anda en pasos que aparentemente no guardan relación ni con la abogacía ni con el periodismo. Es el presidente de la Asociación Latinoamericana de Empresarios del Petróleo (Alep), cuya sede está en Texas, Estados Unidos, y que agrupa a más de 1.500 asociados.
Preguntarle dónde vive es exponerse a que le recite el itinerario de su andar durante el año; porque bien puede estar en su natal San Félix (Bolívar), como desplazarse a Texas o venirse a Jusepín (Monagas), Puerto Píritu, Soledad (Anzoátegui), entre otros espacios donde se extrae y procesa petróleo por compañías que Terán asesora.
Cuando el entonces presidente Hugo Chávez lanzó la política energética, enfocada en el desarrollo del Eje Orinoco-Apure y la Plataforma Deltana, Terán Martínez fue uno de sus críticos. Años después se atreve a decir que “yo estaba equivocado; Chávez tenía razón”. En la entrevista que le concedió a Últimas Noticias, el abogado y periodista explicó cómo Venezuela se puede enrumbar hacia el millón 500 mil barriles diarios con miras a alcanzar los 3 millones. “Son los barriles que hacen falta en el mundo para que se alcance el equilibrio, como lo fue antes”, acotó.
—Venezuela ha estado cercada, bloqueada. ¿Cómo retomará ese sitial en la producción petrolera?
—Bueno, ese bloqueo hizo colapsar a la industria petrolera venezolana, porque ésta fue hecha y diseñada por Estados Unidos. Entonces cuando tú le cortas el suministro, colapsa. Si tú tienes un carro Chevrolet no le vas a poner un repuesto Fiat. Al tú no tener materia prima segura, repuestos seguros y mantenimiento preventivo, las refinerías se paran. Pero eso no es eterno. Hay esperanza basada en pasos firmes.
—¿Hay ambiente en Estados Unidos para revertir esas medidas?
—Los norteamericanos no tienen amigos sino intereses. Mientras haya esta guerra Rusia-Ucrania, que pareciera va a tornarse más dura y pareciera que en diciembre viene el colapso europeo por el gas… ellos tienen que tomar medidas.
—Es decir, que esas medidas contra Venezuela, son una especie de autogol para Estados Unidos.
—Son un autogol total. Eso es como que tú vayas a comprar pan y mates al panadero, o le cortes la luz a la panadería. Es el error geopolítico más grande que ha cometido los Estados Unidos. Cómo será que están hablando con los iraníes. No levantan esas medidas ahorita porque vienen las elecciones de medio término. La asociación que presido dirigió una carta al presidente Joe Biden y le dijimos que se pusiera los pantalones y tomara la decisión de levantar el bloqueo. Y se lo recalcamos: tiene que ponerse los pantalones y levantar el bloqueo contra Venezuela, porque si no se lo llevan en los cachos, como decimos aquí.
—Bajo esa óptica, el levantamiento del bloqueo contra Venezuela conviene de manera urgente a Estados Unidos, es una necesidad.
—Totalmente, una necesidad para ellos. Naturalmente que para nosotros también. Pero prioritario para ellos, de lo contrario el galón de gasolina les va a llegar a 10 dólares en diciembre. Ahorita está en 6 dólares.
—¿Qué conoce usted sobre el avance de las exploraciones de la Exxon Mobil en la vecina Guyana?
—Los geólogos descubrieron que allí hay más petróleo que en Arabia Saudita. Claro es el mismo Eje Orinoco-Apure. La Exxon Mobil se mete allí, financian al presidente de Guyana y éste le da una concesión ilegítima sobre un terreno que es de Venezuela. Se la da a Trump y éste manda a Rex Wayne Tillerson, que era el secretario de Estado y además directivo de la Exxon Mobil para que asuma esa responsabilidad. Él inicia la exploración. Ellos están detrás de todo ese saboteo contra la producción petrolera venezolana. Todas esas ideas de usar la vía judicial en Venezuela están armadas desde Washington, desde la oficina de la Exxon Mobil. Todo eso lo teje Tillerson, cuya amistad con el embajador tuitero (Carlos Vechio) de Guaidó me llama poderosamente la atención.
—Recientemente, el ex presidente Donald Trump describió a Estados Unidos como una nación que “está mendigando petróleo a Venezuela”
—Y él fue el autor del bloqueo y por eso él dice ‘haz América grande otra vez’. Ese es un mea culpa de Trump porque se está dando cuenta que él se metió un autogol tomando a Citgo. Al que ataqué, ahora tengo que pedirle perdón y permiso, que es el presidente Maduro, a quien ellos iban a sacar con todas las cartas sobre la mesa. Nosotros nos opusimos a ese gobierno interino, entre comillas, desde el primer día, porque nos olía a Bahía de Cochinos II, cuando los gringos intentaron invadir a Cuba y fracasaron.
—¿Cómo surge la Asociación de Empresarios Petroleros?
—Esta asociación nace porque como Estados Unidos es un país donde el inmigrante es importante y si bien es cierto que las grandes transnacionales son dirigidas por los Bush, Hallibourton, Beker, la mano de obra la aportaba el latino, sin ninguna participación accionaria. Tú eres el dueño de la panadería, pero el pan lo hago yo.
—¿La Alep rompió con ese esquema?
—Empezamos a organizar a las pequeñas y medianas empresas de servicios, que se metían en los pozos petroleros, que atendían las emergencias, que hacían los mantenimientos preventivos y que en su gran mayoría provenían de industrias petroleras sudamericanas.
—¿Cuál es la participación de los venezolanos en esas labores?
—En la industria petrolera de Texas hay 4.800 ingenieros venezolanos en petróleo, geólogos y geofísicos. De esos, 50% está en operaciones. Las grandes trasnacionales tienen ingenieros venezolanos que se formaron en Pdvsa. Y en gas, casi todos son ingenieros venezolanos, así como en petroquímica.
—Escuché un análisis suyo donde refiere que Venezuela puede en corto plazo retomar su papel de país equilibrio en materia petrolera.
—La asociación está estudiando muy de cerca una política que inicialmente rechazamos, que era la de Chávez, quien hablaba de una integración energética latinoamericana. Hoy en día, si nosotros analizamos los distintos escenarios energéticos, tenemos a México, Colombia, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Bolivia y Venezuela. Ante eventos como el de Ucrania-Rusia, América Latina ponía el equilibrio mundial.
—¿Eso dejó de ser así?
—Fíjate, Venezuela ponía 3 millones de barriles, 750.000 barriles de gasolina y además de eso había un equilibrio con Citgo, porque esa empresa representaba para los Estados Unidos 17.800 estaciones de servicio que permitían equilibrar el precio de la gasolina. Desde la Segunda Guerra Mundial está ocurriendo ese hecho y nunca dejó de ser un gran proveedor. No olvidemos que Rockefeller fue el gran gestor del sistema petrolero venezolano a través de su compañía Standard Oil.
—Venezuela como fiel de la balanza.
—Exactamente. Venezuela siempre fue el fiel de la balanza. Había guerra en Oriente, Irán-Irak, siempre estaba allí Venezuela como el proveedor seguro y así se comportó en los últimos 60 años.
—Le preguntaba anteriormente que si eso dejó de ser así; es decir, ¿Venezuela dejó de ser ese seguro proveedor para Estados Unidos y Europa?
—En esta última crisis que estamos viviendo a nivel mundial y viene el desequilibrio del gas, petróleo, combustible, petroquímica, no está el mercado venezolano y se siente la diferencia. Estamos al borde de un colapso mundial.
—¿Cómo será ese colapso?
—Europa está a punto de congelarse en el próximo invierno y no hay capacidad de poder enfrentar, de solventar, de poder absorber esa demanda porque el equilibrio que proveía Venezuela con sus 3 millones 200 mil barriles diarios están fuera del escenario. ¿Por qué?, por un autogol que se metió el mismo Gobierno norteamericano.
—¿Cómo se produjo ese autogol?
—Porque el Gobierno norteamericano (Donald Trump), siguiendo los lineamientos absurdos de un gobierno que no existe (Juan Guaidó) y de un embajador de twitter (Carlos Vechio) le propinó un golpe certero a la industria petrolera y la pandemia lo remató. Entonces viene Trump, expropia Citgo, desactivan la refinería de Citgo, desactivan el petróleo que recibían de Venezuela y se encuentran en medio de esa hecatombe como es estar en una guerra y sin proveedor seguro. Fue un autogol.
—¿Y entonces?
—Los norteamericanos al bloquear el petróleo venezolano se metieron en la boca del lobo y no hallan ahora como salir, porque tienen que entregar Citgo, Monómeros y tienen que permitir que Petropiar, que Chevron termine de llevar la producción a un millón 500 mil barriles este año. Porque esa toma de Citgo solo sirvió para financiar el mal llamado gobierno interino, era su caja chica de donde sacaron casi 10 mil millones de dólares.
—¿El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estará consciente de eso que usted comenta?
—Fue un error estratégico y geopolítico muy grande que cometió el gobierno de Trump y que Biden está viendo como lo desenreda porque en esta crisis que estamos viviendo ahorita no hay fiel de la balanza: ni en Europa donde le dijeron a la Eni italiana (Ente Nacional de Hidrocarburos) ‘llévate lo que quieras de aquí’; ni en Estados Unidos donde el galón de gasolina está a 6 dólares y una inflación galopante.
—¿Cuál es el camino certero para resolver lo de Citgo?
—Citgo está tomada por una medida innominada dictada por un tribunal norteamericano y una orden ejecutiva del presidente Trump. Una orden totalmente ilegal. Ni siquiera es una expropiación, porque tú expropias y pagas. No entendemos. En Citgo hay dos factores: la garantía de los rusos del 49% y dos, la garantía a la banca norteamericana tenedora de los bonos venezolanos.
—Explique ese endeudamiento.
—Venezuela en el mejor momento económico de su historia (2004-2006) emitió 25 mil millones de dólares en bonos de la deuda pública. ¿Qué hicieron estos salvajes de Rafael Ramírez y Tobías Nóbrega?; ellos, en vez de llevar las acciones de Pdvsa a la Bolsa de Valores, la endeudaron. Es decir, en medio del flujo de caja le dijeron a la banca norteamericana “dame más plata de la que tengo, al 14%”.
—¿Qué consecuencias se derivaron de esa medida tomada por Rafael Ramírez y Tobías Nóbrega?
—Que las grandes casas de bolsa hicieron el gran fraude: compraron todos esos bonos petroleros y los vendieron en las bolsas internacionales. Y los bancos norteamericanos son los tenedores de esos bonos y por eso Trump metió la orden ejecutiva para tomar Citgo donde hay 30 mil millones de dólares en bonos.
—¿Se puede decir que Rafael Ramírez abrió el camino para que EEUU tomara a Citgo?
—Rafael Ramírez es responsable de eso y del endeudamiento venezolano; inexplicablemente. Y eso llevó a la toma de Citgo por la vía de maniobras judiciales. Ramírez también es responsable de la destrucción de la estrategia de Chávez de crecer en el mercado del gas, petroquímica y el Eje Orinoco-Apure. Nada de eso se desarrolló.
—¿Qué hubiese logrado Venezuela con esa estrategia?
—El Eje Orinoco-Apure te permitía, con una inversión de casi 2 mil millones de dólares, en la parte social, y el desarrollo a llevar a la producción petrolera a 6 millones de barriles diarios. Y la Plataforma Deltana, que era el control del petróleo de la costa atlántica venezolana y el gas, cuya plataforma gasífera Aban Pearl se hundió en mayo de 2010 en las costas de Sucre.
—¿Ese siniestro literalmente significó el hundimiento del proyecto gasífero de la Plataforma Deltana?
—Claro. ¿Y qué pasó después?, que los rusos, alemanes y noruegos desarrollaron el gas en el norte de Europa. Esa política de Ramírez permitió sabotear a la industria petrolera venezolana e impidió que el gas de la Plataforma Deltana, que es de mayor calidad y más condensado que el de Europa, llegara al mercado europeo, negocio que reporta 30 mil millones de dólares al año.
—¿Rafael Ramírez estaba haciendo eso a conciencia?
—Bueno hermano, si estoy consciente yo que soy un simple cristiano, imagínate tú un presidente de Pdvsa como Ramírez que manejó el poder, que se ocupó de exportar petróleo y no desarrollar proyectos aguas abajo, porque el negocio era la materia prima. Chevron gana plata es con los derivados, no en la materia prima. El gas era un derivado de la industria del petróleo que pudo haber generado grandes recursos a Venezuela. Pero eso es reversible.
—Monómeros. ¿Qué pasó allí?
—Pdvsa tuvo dos estrategias que nunca se acabaron aún después del golpe de abril de 2002: la primera, comportarse como un país Opep, la segunda, colocarse en mercados estratégicos. Comprar refinerías en Estados Unidos, la Ruhr en Alemania y el crecimiento del mercado petroquímicos de fertilizantes. Porque Sudamérica se puede convertir en el granero del mundo. Chávez lo entendió y dice “vamos a consolidar a América Latina”. Yo no lo entendí y hoy veo que estaba en lo correcto. Pero lo peor, su propio ministro Rafael Ramírez conspiró contra él.
—¿Cómo se relaciona todo ese contexto con la compañía Monómeros?
—La toma de Monómeros, la toma de Citgo y del oro en Inglaterra, se hicieron mediante medidas innominadas judiciales, decretadas por jueces. Un uso perverso del Poder Judicial.
Al detal
- ”En el año 2004, el asistente de Rafael Ramírez, Diego Uzcátegui, se presta a una de las cosas más ilógicas como fue la quiebra de las plantas de tubos. Cómo es posible que una empresa como Pdvsa, que producía 3 millones de barriles de petróleo al día, no tuviera lo elemental que era una planta de tubos”.
- “Pdvsa compraba al año 10 mil millones de dólares en tubos. Lo lógico era que la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) hiciera esos tubos. Las tres plantas de tubos de Venezuela nunca arrancaron: Valencia (Carabobo) Puerto Ordaz (Bolívar) y San Felipe (Yaracuy), porque fueron ocupadas mediante medidas innominadas decretadas por tribunales”.
- “¿Cómo se llegó a eso?: una demanda judicial que trajo como consecuencia la ocupación de las plantas nombrando una junta directiva ad-hoc. Y de esa manera evitaron que Pdvsa pudiera producir su propia tubería. ¿Qué pasó entonces?, le dieron ese gran negocio a la metalúrgica argentina Tenaris y ella fue la gran proveedora de tubos”.
- “Yo alerto que esa estrategia judicial puede ser utilizada en los actuales momentos para que algún sector del guaidosismo se apropie de petroleras por la vía judicial. Alerto”.